Eduardo Ríos es cantautor, arreglista, maestro y ministro originario de Matamoros, México. A la edad de 18 años, Eduardo descubrió que deseaba dedicarse a la música y a los 19 años, después de intentar estudios en ingeniería, resolvió dedicarse a ella por completo y comienza sus estudios en la escuela nacional de música y la escuela superior de música de México. Es cuando toma la decisión de dar su vida a Jesús que su talento se convierte en la herramienta que llevaría el mensaje de salvación a miles de personas. Estas dos decisiones prepararon el camino llevándolo a terminar su bachillerato en música en la International Christian University de Tampa, Florida. Su vida ha sido marcada por eventos que han cambiado su curso, moldeando su fe y convicción en Dios. El cantautor declara que el nacimiento de sus hijos, Asa y Alan, a quienes describe como dos flechas que Dios puso en sus manos, lo han acercado a Dios en la búsqueda de la sabiduría para guiarlos. Así mismo, Eduardo disfruta de una relación con su esposa a quien describe como amiga, compañera, y ayuda idónea. En el 2005, Eduardo lanza su primera producción musical, titulada «Sólo En Ti», contando con músicos como Javier e Ivan Barrera, músicos del cantautor venezolano, Franco de Vita, y Junior Cabral, músico del cantautor guatemalteco, Ricardo Arjona. Los siguientes discos, Espera En Dios (2005) y «No Te Tardes» fueron ambos grabados en vivo. Las canciones de estas dos producciones hoy son cantadas por decenas de congregaciones cristianas de México y algunas hasta han sido traducidas en el campo misionero en diferentes países. Eduardo le da la bienvenida al 2016 con su nuevo álbum titulado «Vivo Por Ti» con Roberto Prado Jr al mando de la producción. Con género musicales como el funk, rock pop, balada y folk, Eduardo define su música como ecléctica cristocéntrica. Las canciones de esta producción comienzan como un esbozo de esperanza emergen entre líneas desde la Palabra y en espacios se plasma el amor de Dios en letras, se descubren al fragor de los acordes y se esparcen en sonido a través del silencio. El deseo de este intérprete que su música permanezca, trascienda el paso de los años y que a través de ella, Dios toque las vidas de quienes la escuchan trayendo consuelo, fortaleza, y que rete y equipe sus jornadas de fe. Su ministerio lo ha llevado por toda la República Mexicana, Chile y el sur de Estados Unidos. En un futuro cercano, Eduardo espera viajar a Centro y Sudamérica, así como más estados de la unión americana.